En éste desarrollo, encontrarás numerosos puntos que te ayudarán a encontrar y reunir la información que necesitas para elaborar tu trabajo así como algunos criterios de evaluación que debes tener en cuenta a la hora de seleccionarla.
También te ofrecemos información sobre cómo redactar el trabajo, cómo evitar el plagio y citar correctamente la información utilizada en su elaboración.
Esta guía, basada en páginas similares elaboradas por otras bibliotecas, está adaptada a los recursos de información, la normativa y los estilos bibliográficos de la Biblioteca y Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM.
Cuando comiences con tu TFG o TFM necesitarás consultar multitud de fuentes de información, tanto impresas como electrónicas. La Biblioteca cuenta con un amplio abanico de recursos que te serán de gran utilidad a la hora de recopilar la información. Aquí te ofrecemos los enlaces a los recursos de información más importantes en el ámbito de la Política y la Sociología: catálogos, bases de datos, estadísticas, colecciones de revistas y libros electrónicos, etc. También te ofrecemos algunos consejos básicos para mejorar y afinar tus búsquedas en estos recursos.
¿Necesitas información general?
Catálogos y buscadores
Prensa
Prensa histórica
Saber evaluar correctamente las fuentes de información que vas a utilizar en tu trabajo es fundamental para comenzar la investigación con buen pie. Hoy en día es muy fácil acceder a muchos recursos de información, pero no siempre todo lo que encuentras es fiable o resulta útil para el trabajo. Debes realizar un análisis crítico de la información localizada y seleccionar solo aquellos recursos de mayor calidad académica. Además de fijarte en la fecha de publicación y la fuente de la información (si es una tesis, artículo de revista, libro de editorial de prestigio, página personal, blog, revista divulgativa…), tienes que tener en cuenta quién es el autor (si es un experto conocido o no, en qué institución trabaja) y si la información es precisa y está actualizada y, sobre todo, si ofrece citas y referencias bibliográficas.
A continuación te presentamos algunos criterios que puedes seguir para evaluar la información recopilada y adquirir habilidades críticas para elegir aquellas más relevantes y adecuadas para tu trabajo:
Una vez localizada la información y evaluados los recursos de mayor interés, es el momento de comenzar a redactar el TFG o TFM. Ante todo debes tener en cuenta las indicaciones específicas del profesor/a, las características del tipo de TFG o TFM elegido, y la normativa para su elaboración: la Biblioteca te ofrece aquí una serie de sugerencias genéricas sobre la estructura y los contenidos que debe tener este tipo de trabajo académico de acuerdo con la normativa de la Facultad.
En algunas universidades, el TFG de las titulaciones de Grado de la Facultad de Políticas y Sociología tendrá una extensión mínima de 20 y máxima de 30 páginas en formato Word o RTF (letra Times New Roman 12, a 1,5 interlineado, un mínimo de 7000 palabras y un máximo de 10000 palabras), a excepción del TFG de Relaciones Internacionales, cuya extensión será de un mínimo de 40 y un máximo de 45 páginas (un mínimo de 13000 palabras y un máximo de 15000 palabras). Tienes que consultar las condiciones de tu universidad.
El TFG contará al menos con:
La extensión, estructura y características formales de cada TFM serán conformes a lo establecido en la Memoria de verificación de cada uno de los Máster impartidos y según las exigencias de cada universidad. Dada su variedad ofrecemos enlaces a algunos de ellos:
Existen muchos manuales y libros de estilo que te ofrecen consejos prácticos para escribir el trabajo. Te recomendamos algunos. El Libro de estilo de la Facultad de Humanidades de Albacete (Universidad de Castilla la Mancha) te ofrece algunos consejos para revisar el trabajo antes de entregarlo.
Según la RAE, plagiar es ‘copiar en lo sustancial obras ajenas dándolas como propias’. Aunque en ocasiones se puede incurrir en plagio de forma inconsciente, su práctica atenta contra la honestidad académica.
Se entiende por plagio:
Actualmente, gracias a las facilidades que ofrecen Internet y las tecnologías digitales, el tipo de plagio más usual es el que consiste en ‘copiar y pegar’ contenidos ajenos que se encuentran en Internet sin mayor consideración por los derechos que con ello se puedan vulnerar.
La vida universitaria, exige responsabilidad y honestidad intelectual y evitar todo tipo de fraude científico o académico. El plagio es un fraude ya que implica aprovecharse del esfuerzo de los demás. Y además es ilegal porque va en contra de la legislación sobre propiedad intelectual y contra normas del Código Penal.
Hacer uso de trabajos ajenos dentro de la legalidad evita el plagio; por ejemplo usar pequeños fragmentos de obras ajenas con fines de investigación está permitido por la ley. Sin embargo y aunque no sea plagio, estos usos deben hacerse de forma ética y ello significa que hay que citar la autoría y la fuente del trabajo utilizado.
Citar es hacer referencia a la persona autora del trabajo que has utilizado y la fuente de dónde lo has obtenido. Con ello estás respetando uno de los derechos morales reconocidos por la Ley de Propiedad Intelectual: el derecho a ser reconocido como tal. El uso de obras ajenas citando la autoría y fuente es imprescindible pues sin este reconocimiento el uso se convierte en apropiación indebida de lo ajeno (plagio) y puede llegar a ser delito si hay ánimo de lucro. Debes citar cualquier tipo de obra ajena (o fragmento) incorporada en el trabajo, ya sean de naturaleza escrita, sonora o audiovisual, lo que incluye imágenes y fotografías. Al igual que con la información impresa, todo lo que encuentras en Internet está sujeto a las mismas condiciones de uso y cita, ya sea un blog, una página web o un documento electrónico.
Si quieres citar en el trabajo información extraída de otro autor o autora tienes varias opciones:
Este concepto de cita, desde el punto de vista del respeto a los derechos de autor, se complementa con el concepto referencia bibliográfica, que implica el uso de un estilo de cita determinado, es decir cómo se debe hacer la cita (Harward, APA, MLA, Vancouver, etc.).
Los documentos consultados y utilizados para la realización del trabajo deben quedar mencionados en el mismo, para aportar rigor académico, ayudar a quien lee a encontrar información, y no incurrir en plagio.
Existen diversos estilos de relacionar las citas dentro del texto y sus correspondientes referencias bibliográficas. Una vez seleccionado un estilo se debe usar para citar y referenciar todos los documentos a lo largo del trabajo.
A la hora de citar y presentar la lista de referencias bibliográficas puedes emplear diferentes estilos internacionales de redacción de bibliografías. La selección del estilo puede venir determinado por el tutor/a del trabajo, al que siempre debes consultar, pero también puede ser prescrita por la propio centro, como el caso de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, que recomienda el uso del estilo Harvard, un formato muy utilizado en el ámbito de las Ciencias Sociales y utilizado en la revista Política y Sociedad.
No existe un manual oficial del estilo Harvard, es más bien un término genérico que se utiliza comúnmente para denominar a todos los estilos en los que la cita en el texto tiene formato de autor y fecha y las referencias bibliográficas aparecen al final del documento en forma de listado ordenado por autor y año de publicación. A continuación te ofrecemos ejemplos del estilo Harvard para los diferentes tipos documentales.
No obstante, en algunos TFM del ámbito de la Sociología (como el caso de Análisis Sociocultural del Conocimiento y de la Comunicación, Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales: Innovaciones y Aplicaciones o Sociología Aplicada: Problemas Sociales) piden el empleo de un estilo muy similar, el APA, promovido y mantenido por la American Psychological Association y de una amplia difusión en el ámbito de las Ciencias Sociales y de la Salud. Para estos TFM os recomendamos la consulta de: Kolesas, M. y De Volver, C. La cita documental. Elementos y ejemplos de referencias en los estilos de la MLA y de la APA.
El estilo Harvard requiere que elabores una lista final de referencias que incluyan, únicamente, los recursos que has utilizado en la preparación del trabajo (no toda la bibliografía consultada, a no ser que el tutor te indique lo contrario). Por tanto, todas las citas que hayas intercalado en el texto han de tener su correspondiente referencia en la lista final.
Si has reunido una bibliografía muy numerosa te recomendamos utilizar gestores bibliográficos para organizar en una base de datos personal las referencias que estas manejando en el trabajo y crear de forma sencilla citas y bibliografías. La mayoría de los gestores permiten: organizar las referencias (crear, modificar, agrupar, recuperar, etc.), importar referencias de catálogos y otras bases de datos, elaborar bibliografías en los diferentes estilos, y redactar e insertar citas en el artículo o trabajo de curso.
Existen múltiples gestores de referencias, algunos gratuitos, otros de pago. Aquí os dejamos una lista de gestores bibliográficos.
Refworks (Legacy) permite crear una base de datos personal en línea donde almacenar referencias importadas de bases de datos y generar bibliografías. Incluye utilidades para trabajar con Word, facilitando la introducción de citas en el cuerpo del texto.
Proquest Refworks Nueva versión de Refworks que permite también la gestión de documentos de investigación y de páginas web y sus metadatos.
Mendeley presenta una versión gratuita y otra institucional, ofrece la posibilidad de guardar los documentos electrónicos junto a las referencias. Requiere la instalación de software. Permite la importación de referencias, archivar documentos, generar bibliografías y acceso desde dispositivos móviles.
Zotero es un gestor bibliográfico gratuito de software libre. Permite capturar referencias desde internet, organizar datos y documentos, introducir citas, generar bibliografías, etc.
EndNote es un servicio en línea asociado a la base de datos Web of Science. Permite importar documentos y referencias de fuentes electrónicas y de la Web, generando bibliografías en múltiples formatos.
El TFG, además de presentarlo en los formatos y plazos que establece la normativa, debes de defenderlo de forma oral, en el marco de un acto público ante los miembros de una Comisión evaluadora.
El acto se inicia con una presentación de duración variable (no menos de 5 y no más de 10 minutos en el Grado en Antropología, o no más de 15 en el Grado de Políticas y Relaciones Internacionales). A continuación, los miembros de la Comisión exponen con argumentos su evaluación del trabajo y se abre un turno de preguntas y respuestas con el/la estudiante.
Según la normativa, para la evaluación se tiene en cuenta:
En cuanto al contenido:
En cuanto a la exposición oral:
Para hacer una buena defensa del TFG la mayoría de los manuales recomiendan realizar una presentación en diapositivas (en PowerPoint o Prezi) que ayude a la comisión a seguir tu exposición oral y te permita reforzar visualmente las ideas que quieras destacar.
Es muy importante tener en cuenta el tiempo del que dispones para hablar y diseñar una presentación que se ajuste al mismo (se aconseja no más de una diapositiva por minuto).
Al margen de las cuestiones estéticas, que siempre deben tenerse en cuenta, la presentación te ayuda a organizar los contenidos de la exposición. Casi todos los manuales recomendados en esta guía tienen un capítulo dedicado a este tema con valiosas recomendaciones al respecto.
Hablar en público requiere una buena preparación, independientemente de las habilidades para la comunicación personal de cada uno. Debes construir un discurso lógico, ordenado, claro y con un leguaje científico en torno a las ideas reflejadas en la presentación en diapositivas. Elimina todo lo innecesario y procura no ser aburrido.
Es importante tener cuenta el tiempo del que dispones para hablar y preparar una exposición que se ajuste al mismo. Es recomendable ensayar previamente la exposición oral, medir el tiempo que le dediques a cada diapositiva y llevar tarjetas recordatorio (en formato cuartilla) de lo que quieres contar para no olvidar nada importante (también te servirán en caso de que tengas problemas con la presentación). Puedes memorizar algunas frases cortas con las ideas más importantes.
No debes leer la exposición ni los textos de las diapositivas sino contarla y mirar a los miembros de la Comisión evaluadora cada poco tiempo. También es recomendable preparar una posible lista de preguntas sobre aquellos puntos del trabajo que requieran más aclaración.
Te ofrecemos algunas claves para hablar en público: